lunes, 2 de noviembre de 2009

Renovando un compromiso

Hasta hoy he sido bastante irregular en la publicación de artículos que nos permitan analizar la realidad vicentina, pero a partir de Noviembre, quiero comprometerme a tener una presencia más regular, publicando artículos que contribuyan al debate sobre la realidad vicentina y de esta manera dar un aporte que nos permita unirnos al esfuerzo de muchos vicentinos que buscan mejorar las condiciones de San Vicente.

Este fin de semana ha estado marcado por una expresión socio cultural que ha marcado significativamente la idenetidad de los vicentinos. La celebración de la feria de TODOS LOS SANTOS y la conmemoración de todos los difuntos.

Qué vicentino podrá olvidar las ruedas, las jícamas, los jocotes corona, las chancacas, los dulces y los pitos de la feria de todos los santos...

Qué vicentino podrá olvidar la venta de piedras de moler y de afilar, las coronas de ciprés y las flores para los difuntos...

Qué vicentino podrá olvidar la ciudad de los muertos en el día de los difuntos, con las bandas y los conjuntos de música, las familias enflorando y los jóvenes pintando las tumbas...

Estos son días de fiesta y colorido que marcan la vida y expresan la identidad de todo vicentino. Lamentablemente este año el campo de la feria en la estación ha estado vacío. Muy pocas personas han asistido a las ruedas debido a los rumores de que los mareros y los extorcionistas habían amenazado a los vendedores. Es triste que la violencia, la delincuencia y la inseguridad nos prive del derecho a la recreación y el sano esparcimiento... Es triste que la violencia, la delincuencia y la inseguridad nos prive de disfrutar de la feria que es parte de nuestra identidad cultural.

Me pregunto dónde está el Alcalde municipal, el Gobernador departamental, los cuerpos de seguridad; a caso duermen el sueño de los justos. Los vicentinos debemos hacer algo para que estos señores despierten y hagan algo por San Vicente.

Felicidades vicentinos por celebrar el día de todos los santos y conmemorar a todos los difuntos.